miércoles, 6 de julio de 2016

Anche se fuori tutto e magnifico...

Creo que a veces se llega a un punto de "no retorno". Donde por mas que se quiera salir adelante, te das cuenta de que no podes, de que tu vida es así, de que naciste, vivís y morís así. Donde por mas que intentes, luches y te aferres con uñas y dientes, viene una ola, te arrastra al fondo y después te devuelve desnuda, desprovista, mareada, confundida, sin aire en los pulmones y con ganas de vomitar agua salada. 

Juro que siento que así es mi vida en estos momentos. Un continuo estar sentada en la orilla esperando que llegue la siguiente marea para llevarme a lo profundo y devolverme rota en pedazos.
Dije que no iba a vomitar mas, que prefería no comer, porque sentía como mi garganta se moría en cada arcada, pero no puedo, no como y vomito, vomito aire, jugos, células muertas. Vomito el estrés laboral, vomito el ambiente de mierda, vomito mi vida solitaria, vomito el no tener amigos, vomito el vivir sola y querer tener a alguien que me contenga, que me abrace y me diga "Todo va a salir bien", vomito el no comer y vomitar y sentir que no bajo ni dos gramos, el que los jeans me queden igual, el que mi cara siga siendo redonda y el que mis huesos sigan escondidos en el fondo de una capa interminable de grasa inamovible. 

Siento como me voy desgarrando y aun así no hay sensación mas placentera que el no tener mas nada, el escupir sangre y caer rendida en el piso del baño con los ojos llenos de lagrimas y el estomago vacío. 
Mi vida se convirtió en un contador. En un reloj que lo único que hace es medir el tiempo que tengo entre lo que sea que este comiendo y la hora infinita para poder vomitarlo sin tener repercusiones.
Tengo frío, vivo muerta de frío. "Estas enferma" me dijeron hoy. Si, ya lo se, pero no el tipo de enfermedad que podes inyectarte calmante y desaparece. Es la enfermedad incurable de la dismorfia, de la bulimia, de la anorexia. Hablemos con propiedad. No minimicemos las cosas diciendo ANA y MIA, ya no tenemos 15. Ye tenemos 25 y somos las mismas de siempre que seguimos acá, queriendo morir porque otra cosa no esperamos, porque parece que la muerte llega primero. Y ni siquiera morir feliz pesando pluma, sino que morís al pedo con los 55kg que nunca quisieron abandonar tu cuerpo. Dicen que el alma pesa 21grs. En este momento juro que si me muero mi alma pesaría tonelada y media de miseria, depresión y trastornos alimenticios.

Soy anorexica hace diez años, bulimica hace 2. Y encima siento que estoy defraudando a "ana" porque nunca pude cumplir su profecía de ser una maldita princesa esquelética raquítica y paforme.

En este momento en el que espero que la ola me sucumba a los mas profundo trato de tomar las ultimas bocanadas de aire porque se que voy en caída libre, porque decidí que ya estoy grande para no poder controlar lo que quiero para mi vida. Quiero ser flaca. Quiero verme bien. No me jodan con sentirme saludable. Me chupa un huevo. Estoy decidida a morir en el intento.

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